Isla Tiberina: cuando la tradición se une a la tecnología verde
Monumental, un lugar atemporal. Hablamos de la isla Tiberina, el corazón palpitante de la capital de Italia.
Lugar simbólico de Roma, es una franja de tierra en cuyo territorio se encuentran los Hospitales de los Fatebenefratelli y el Hospital Israelita, la Basílica de San Bartolomé construida sobre el Templo de Esculapio.
No solo eso, desde hace veintitrés años acoge «Isola del Cinema» que durante dos meses hace soñar a ciudadanos y turistas de todos los rincones del planeta.
LA LEYENDA
Hoy en día la Isla Tiberina es el centro neurálgico de la ciudad de Roma. Pero, ¿qué representa para los romanos? ¿Cuáles son los mitos construidos en torno a este magnífico lugar?
Según una antigua leyenda, la única isla urbana del río Tíber se formó cuando los romanos, después de expulsar al rey Tarquinio el Soberbio, como muestra de odio hacia el tirano, arrojaron allí una enorme cantidad de gavillas de trigo recogidas de la tierra perteneciente a la familia del último rey de la ciudad.
Esas gavillas, apiladas una encima de la otra, favorecieron una acumulación de lodo y escombros que formaron el primer núcleo de la isla. Prácticamente un vertedero.
RENACIMIENTO «RENOVABLE»
Pero en este mágico lugar, inexorablemente marcado por la historia, la asociación Isla Tiberina ha puesto en marcha un proyecto piloto para transformar este lugar en un territorio histórico-urbano totalmente verde y con impacto energético cero mediante la integración de un conjunto de tecnologías de producción de energía autosostenibles: geotérmica, microeólica, microhidráulica, cubiertas fotovoltaicas y ventanas.
Y para este último aspecto, ha decidido adoptar las tecnologías de
Glass to Power
, una spin-off de la Universidad de Milán Bicocca fundada en septiembre de 2016.
EL TÍBER ES VERDE
Entre las dos orillas del Tíber florecen las ideas. ¿Qué decir de la presa verde que la región del Lacio había instalado cerca de la desembocadura, para interceptar al gran contaminante de los mares: el plástico? Así, se interceptaron 460 kg de residuos, lo que habría deteriorado aún más el hábitat marino. En el primer mes, la pequeña planta instalada recolectó media tonelada de plástico.
Los técnicos procedieron a analizar una muestra inicial de 114 kg, descubriendo que los envases suponen un porcentaje del 46,27%, mientras que el resto está compuesto por diversas fracciones. Los plásticos, una vez que entran en contacto con el agua de mar, se deterioran, se convierten en microplásticos que son ingeridos por los peces y luego terminan inexorablemente en nuestras mesas.
Este sistema de interceptación, fabricado por
Castalia Operations srl
, consiste en barreras de polietileno que bloquean los residuos flotantes acumulándolos en una zona específica, de la que posteriormente se recogen. Por otro lado, Corepla, el consorcio nacional para la recogida, reciclaje y recuperación de envases plásticos, se encargará de la recogida y reciclaje de plástico recuperable.